"7.Ejerza la temperancia/ 8. Confíe en Dios".
7.Ejerza la temperancia Nuestra salud física es conservada por lo que comemos; si nuestros apetitos no están bajo el control de una mente activa y sana, si no somos temperantes en todo lo que comemos y bebemos, no estaremos en un estado mental y físico sano. La temperancia es una adherencia a todo lo que promueve la salud y la eliminación de todo lo dañino. Todo hábito malsano producirá una condición malsana en el sistema, y la delicada y viviente maquinaria humana resultará perjudicada, y no podrá realizar su trabajo debidamente. La complacencia del apetito es la mayor causa de la debilidad física y mental, es el cimiento del decaimiento que se nota por todas partes. El régimen alimenticio tiene mucho que ver con la disposición a cometer pecado "al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Stg. 4: 17). Muchos están tan entregados a la intemperancia que no quieren renunciar a la complacencia de su glotonería a ningún precio. Son capaces de